Desde sus inicios la cooperativa consideró que, por estar el proyecto de vivienda ubicado en una zona aislada, carente de servicios y de fuentes de trabajo que garantizaran una subsistencia digna, además de tener un área de terreno amplia colindante con la vereda El Peón, asumió un compromiso social con sus habitantes, y manifestó interés en compartir saberes, vincular en lo posible la mano de obra residente, apoyar las iniciativas comunitarias y respetar sus propias dinámicas. En especial la escuela veredal ha recibido importantes recursos para mejorar su infraestructura y contar con material didáctico apropiado para sus necesidades, entendiendo que la educación es primordial para un mejor desarrollo de la vida ciudadana.
Los asociados asumen que estas son obligaciones éticas que contribuyen al equilibrio social y al bienestar colectivo.